Calvillo, ofrece turismo alternativo, rural y cultural

• El municipio cuenta con grandes presas, montañas, cañadas, acantilados, barrancas, bosques y parajes naturales
• Ofrece grandes posiblidades para el turismo alternativo, rural y cultural

Conocido a menudo como “capital mundial de la guayaba”, por las finas y deliciosas variedades que produce de esa fruta y su diseminación desde ahí a otras partes de la República, el municipio de Calvillo es más que digno de conocerse no sólo por esa razón, sino también el extenso abanico de posibilidades que ofrece para el turismo alternativo, rural y cultural.

Segundo municipio en importancia del estado de Aguascalientes, cuenta con grandes presas, montañas, cañadas, acantilados, barracas, bosques, parajes naturales, variada flora y fauna, pequeñas y tradicionales comunidades rurales y una cabecera con edificaciones antiguas, plaza y templos que datan del siglo XVIII, más artesanía propia que por su calidad, belleza y diseño es incluso objeto de colección para muchas personas.

Es el caso de los bordados y deshilados hechos a mano por mujeres que conservan la tradición heredada desde épocas coloniales y se han resistido a utilizar tecnologías que facilitan su confección.

Famosa también es su producción de confitería, jaleas y licores a base de guayaba, cuya exportación se ha estado multiplicando tras abrirse la frontera de Estados Unidos al fruto en fresco, así como sus panes típicos.

En el municipio hay dos grandes presas –Malpaso y la Codorniz- y el mayor tramo de la Sierra del Laurel, así como el Valle de los Alisos, donde se pueden realizar campismo, senderismo, escalada en roca interior y exterior, rappel, tirolesa, sky walker y otras actividades similares, así como ciclismo de montaña, esquí acuático, natación, motocross y pesca, para lo cual abundan lobina, bagre, carpa y mojarra.

Destaca también la cañada La Escondida, donde igual se encuentran espacios ideales para el ecoturismo y formaciones rocosas especiales que crean un ambiente de aislamiento y contacto con la naturaleza que pocos lugares ofrecen, a decir de los conocedores, así como el ejido El Ocote, donde, además, se localizan pinturas rupestres y restos humanos y de cerámica que constituyen uno de los pocos vestigios materiales dejados en el estado por la tribu chichimeca.

Para los que no se inclinan por el campismo hay cabañas en este ejido, así como a orillas de la presa Malpaso –al igual que restaurantes-, muy recomendables por sus características y módicos precios, y un hotel en la cabecera municipal.

En territorio calvillense opera, además, el rancho-escuela Zencerro que trabaja precisamente el turismo de aventura y el ecoturismo y en la ciudad de Aguascalientes varias operadoras turísticas que ofrecen recorridos y paquetes durante los meses de junio y julio. (María Luisa González/Finsat/MCH)

El Financiero | Calvillo, capital mundial de la guayaba

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